LA VELOCIDAD:
La
velocidad es una cualidad muy importante en nuestro deporte, ya que nos
permite llegar, anticipar y dominar el juego. Hemos hablado de los
desplazamientos, de la importancia de la técnica y de la velocidad necesaria pero, para lograrlo, debemos entrenar correctamente dicha cualidad.
En
principio aconsejamos fortalecer la musculatura implicada en el gesto
deportivo, ya sea del tren superior o inferior. El trabajo de fuerza
debe comenzar de forma general, para progresivamente abordar lo más
específico. Hay que realizar en el gimnasio ejercicios de resistencia
muscular en distintas fases.
Nuestra recomendación pasa por pedir
asesoramiento al monitor a cargo del gimnasio, pues cada persona es
diferente. No copies las tablas de un amigo, ponte en manos de un
profesional. Son trabajos generales en los que todo profesor de gimnasio
puede guiarte. Una vez superada la etapa de adaptación, debes comenzar
con trabajos de fuerza, aumentando progresivamente la carga y
disminuyendo las repeticiones, para más adelante trabajar la velocidad
con cargas medias. Los trabajos de velocidad son de alta intensidad, por
lo tanto necesitamos tener nuestra musculatura fortalecida para evitar
lesiones articulares y musculares, y lógicamente para tener la
suficiente potencia, para lograr la velocidad requerida. No olvidemos
que la flexibilidad también es importante.
Ya hemos explicado en artículos anteriores la "importancia de los desplazamientos".
Existen diferentes puntos a tener en cuenta en un movimiento veloz:
anticipación, reacción, aceleración máxima, velocidad, resistencia a la
velocidad. En el caso específico del pádel podemos hablar de los tres
primeros puntos, pues la máxima velocidad y la resistencia a la
velocidad no se dan en su estado puro dada la corta distancia que tiene
la pista. A pesar de esto, ya veremos más adelante que debemos trabajar
todos los puntos para favorecer los primeros.
LA ANTICIPACIÓN
Significa
observar al adversario, conocer su juego, sus puntos débiles y fuertes,
generar situaciones, concentración permanente (todos los aspectos
tácticos que permiten estar o reaccionar antes). Por ejemplo, si al
contrario le queda una bola baja o complicada es probable que salga de
globo, entonces no nos conviene estar muy pegados a la red porque
cualquier globo tonto nos pasaría y sería mejor estar no tan pegados a
la red para poder atacar ese globo. Caso contrario: si al rival le queda
la bola por encima de la cintura es probable que nos la baje y es ahí
donde nos tenemos que anticipar y descuidar el globo para cubrir mejor
la red de manera que la bajada no se convierta en un punto ganador.
La
velocidad es una cualidad muy importante en nuestro deporte, ya que nos
permite llegar, anticipar y dominar el juego. Hemos hablado de los
desplazamientos, de la importancia de la técnica y de la velocidad necesaria pero, para lograrlo, debemos entrenar correctamente dicha cualidad.
En
principio aconsejamos fortalecer la musculatura implicada en el gesto
deportivo, ya sea del tren superior o inferior. El trabajo de fuerza
debe comenzar de forma general, para progresivamente abordar lo más
específico. Hay que realizar en el gimnasio ejercicios de resistencia
muscular en distintas fases.
Nuestra recomendación pasa por pedir
asesoramiento al monitor a cargo del gimnasio, pues cada persona es
diferente. No copies las tablas de un amigo, ponte en manos de un
profesional. Son trabajos generales en los que todo profesor de gimnasio
puede guiarte. Una vez superada la etapa de adaptación, debes comenzar
con trabajos de fuerza, aumentando progresivamente la carga y
disminuyendo las repeticiones, para más adelante trabajar la velocidad
con cargas medias. Los trabajos de velocidad son de alta intensidad, por
lo tanto necesitamos tener nuestra musculatura fortalecida para evitar
lesiones articulares y musculares, y lógicamente para tener la
suficiente potencia, para lograr la velocidad requerida. No olvidemos
que la flexibilidad también es importante.
Ya hemos explicado en artículos anteriores la "importancia de los desplazamientos".
Existen diferentes puntos a tener en cuenta en un movimiento veloz:
anticipación, reacción, aceleración máxima, velocidad, resistencia a la
velocidad. En el caso específico del pádel podemos hablar de los tres
primeros puntos, pues la máxima velocidad y la resistencia a la
velocidad no se dan en su estado puro dada la corta distancia que tiene
la pista. A pesar de esto, ya veremos más adelante que debemos trabajar
todos los puntos para favorecer los primeros.
LA ANTICIPACIÓN
Significa
observar al adversario, conocer su juego, sus puntos débiles y fuertes,
generar situaciones, concentración permanente (todos los aspectos
tácticos que permiten estar o reaccionar antes). Por ejemplo, si al
contrario le queda una bola baja o complicada es probable que salga de
globo, entonces no nos conviene estar muy pegados a la red porque
cualquier globo tonto nos pasaría y sería mejor estar no tan pegados a
la red para poder atacar ese globo. Caso contrario: si al rival le queda
la bola por encima de la cintura es probable que nos la baje y es ahí
donde nos tenemos que anticipar y descuidar el globo para cubrir mejor
la red de manera que la bajada no se convierta en un punto ganador.
LA REACCIÓN
Hablamos
de reacción visual. Podemos entrenar partiendo de diferentes
posiciones, salir a máxima velocidad con mayor reacción posible. Por
ejemplo, salir cuando veo que mi compañero arroja la pelota, o cuando
veo que la pelota toca el suelo, o realizar desplazamiento y reacción al
ver una situación de juego. Las posibilidades son infinitas. Es
importante tener en cuenta algunos factores, como realizar un buen
calentamiento (nuestro sistema nervioso debe estar "activado"), realizar
pocas repeticiones y dar la pausa suficiente entre ellas, pues debemos
estar recuperados totalmente, ya que estamos entrenando a la máxima
intensidad y para alcanzar el 100% de rendimiento debemos reunir las
condiciones óptimas.
LA ACELERACIÓN
Nos
referimos a lograr la "máxima velocidad posible" en la corta distancia
que nos permite al pista. Esto significa tener una buena técnica de
carrera, máxima potencia de "empuje en piernas" acompañado con un veloz y
potente movimiento de brazos. Para lograr todo esto, debemos comenzar
con la técnica, la posición de partida es muy importante en el pádel,
puede ser estática (estar quietos y salir) o dinámica (venir de un giro o
salto, etc). Ya hemos hablado de la importancia de los pasos de ajuste y
lograr un buen equilibrio dinámico para tener nuestro centro de
gravedad en la posición más adecuada y estable que me permita acelerar
con la mejor y mayor intensidad posible (Ver artículo
"desplazamientos"). Además debemos lograr la suficiente potencia en
piernas y brazos para "empujar" y buscar en sólo tres o cuatro pasos el
suficiente impulso en cada paso, para romper una situación de estática
de partida o dinámica de frenar, estabilizar y volver a salir. Esto se
logra con trabajos de potencia en el gimnasio, carreras con lastre u
oposición, ejercicios de saltos (pliometría) y, lógicamente, jugando
partidos a máxima velocidad. Fíjaos que siempre hablamos de máximo:
tengamos en cuenta que la velocidad especifica sólo podemos mejorarla
trabajando al 100%, respetando las pausas de recuperación y las
repeticiones correctas.
LA FRECUENCIA
Realizar
el “gesto veloz” con la mayor intensidad posible. Una manera de mejorar
la frecuencia es realizar sprint más largos (de 30 a 50 metros) que
permitan alcanzar la máxima velocidad, como también correr cuesta abajo
facilitando una mayor intensidad. Es importante tener fortalecida la
musculatura, para este tipo de ejercicios.
LA FUERZA:
Es muy bueno trabajar la fuerza
de forma periódica, por lo menos dos o tres veces por semana, para
prevenir lesiones, mejorar la postura, optimizar la técnica (nos dará
mayor seguridad y control en los golpes) además de lograr mayor potencia
y desde ya, estabilidad en los desplazamientos y capacidad de salto.
Es
muy común escuchar decir a los jugadores profesionales que “cuando se
sienten fuertes, es cuando mejor control y dominio tienen del juego”.
Por otra parte, no existe una sola forma de trabajar la fuerza.
Existen múltiples métodos y variables de entrenar esta cualidad:
ejercicios
con pesas, máquinas, poleas, ejercicios estáticos o dinámicos,
generales o específicos, donde la densidad depende de la velocidad del
movimiento, las repeticiones, las pausas de recuperación, el porcentaje
de peso, la técnica de ejecución, la frecuencia de trabajo, la
periodicidad o planificación, etc.
Creo que es un mito que el
gimnasio endurece mucho y no permite desarrollar una buena técnica, o
incluso que entorpece la agilidad de desplazamientos. Personalmente, en
las épocas de mucha carga de entrenamiento o de muchas clases, ir al
gimnasio antes de empezar el día me hace sentir que las piernas están
más fuertes y que las articulaciones y tendones trabajarán menos.
Además, el pádel
es un deporte asimétrico; siempre se trabaja más de un lado del cuerpo
que del otro, dependiendo si somos diestros o zurdos, por lo que a
través del gimnasio compensamos la parte del cuerpo que no usamos y
mantenemos los grupos musculares en equilibrio.
Nosotras, al
entrenar cinco veces por semana, tenemos margen para trabajar los grupos
musculares por separado. Por ejemplo, un día hacemos piernas, otro
pectorales, otro brazos y espalda. Eso sí, todos los días hacemos
abdominales porque es el centro de gravedad del cuerpo y necesitamos
unos abdominales fuertes.
La sensación de pesadez en piernas o
brazos suele crear confusión en el deportista amateur cuando empiezan a
trabajar la fuerza. Eso sólo sucede al comienzo pero simplemente es un
pequeño período de adaptación al esfuerzo y no siempre suele ser de esta
manera, siempre que el trabajo sea progresivo e individual.
PREPARACIÓN PARA LA COMPETICIÓN
Cuando
tenemos un torneo cerca, suelen surgir muchas dudas sobre si
continuamos o no con los ejercicios de fuerza. Es aquí donde se nota el
trabajo anterior y la base que hemos adquirido. En la semana anterior
disminuimos un poco la carga en los ejercicios que hemos venido
realizando pero aumentamos la velocidad al ejecutar los movimientos
aportándoles explosividad. Lo aconsejable es ponerse en manos de un
profesional para que planifique cuál es el entrenamiento adecuado, pues
será él quien evaluará la condición física del deportista y, a partir de
este punto, diagramar el trabajo de forma individual y sacarle el
máximo provecho al gimnasio para luego poder trasladarlo a la pista.